Después de una mañana de playa completa (sol, baño y juego de palas) en la población cantábrica de NOJA, nos dispusimos a buscar restaurante para comer.
En el parabrisas del coche encontramos un flyer publicitario que anunciaba lo siguiente: TRASTEVERE, Ristorante Pizzería, LA MEJOR COCINA ITALIANA DE TODA LA VIDA. Ante semejante anuncio y pese a recelar culturalmente de este tipo de propaganda, decidimos probar suerte.
El resultado final y conclusión (no quiero extenderme en detalles, pero si queréis flipar os podéis acercar y pedir la ensalada Caprese!) es :
- El Restaurante Trastevere NO es un restaurante italiano.
- La comida del Trastevere NO ESTÁ BUENA Y NO ES ITALIANA, ni por asomo.
- El menú del día NO contiene platos italianos.
- Dudo que nadie del personal del restaurante haya pisado Italia en su vida.
- La camarera que nos sirvió era simpática, ¡eso sí!
- El que ha escrito el flyer tiene unos huevos que se los pisa y/o no ha comido en el restaurante.
La pregunta que me surge después de esta experiencia culinaria (que no recomiendo) es: ¿no hay ningún órgano dependiente de algún ministerio que regule la supuesta nacionalidad de los restaurantes? No creo que locales como el Trastevere le hagan ningún favor a la cocina italiana de verdad ni a Italia en sí.
Flaco favor le hacen al potencial turismo si establecimientos como el que nos atañe se expanden por toda la geografía nacional o europea. ¿¡Quien coño va a querer ir a Italia después de haber probado “la mejor comida italiana, de toda la vida” en Noja!? Y esta situación es extrapolable a cocinas o restaurantes de otras nacionalidades.
No dejo de pensar que los restaurantes que ofrecen cocina de otros países son como pequeñas embajadas o consulados y como tales deberían estar regulados, de alguna manera, por sus propias naciones de origen.
Ahí lo dejo………….
Ristorante Pizzeria Trastevere
Avenida Ris, 52. Noja