Acabamos nuestro tour por la fantástica Chicago visitando el Old Town Ale House, el pub más irreverente de todos los que hemos visto en la ciudad. Situado en la parte norte de la zona centro (interesante barrio, por cierto) este pub asoma en una esquina de West North con su fachada de madera cuadriculada y un toldo que anuncia su fecha de nacimiento: 1958.
Si bien pudiera pasar desapercibido al pasear por la zona, no hay más que entrar para darse cuenta al instante de que este bar es muy distinto al resto. Con una luz bastante escasa, el ambiente interior está saturado de todo tipo de objetos y, sobre todo, de CUADROS MUY SUBIDOS DE TONO que te obligan a hacer un repaso de las 4 paredes mientras te preguntas de dónde habrá sacado esta gente estas pinturas.